Xavier y Carla
Muchos de los que visitan mi blog, ya conocen a Nuria. Es mi fisioterapeuta. Pero además de ocuparse de mi cuerpo, para mantenerlo más o menos en forma para poder seguir moviéndome por el mundo, se ha ocupado de mi mente (no podemos olvidar que además es psicóloga clínica), ayudándome en muy duros momentos. Sabe escuchar y dice lo que conviene a cada momento. Ello ha hecho que de una relación especialista-paciente haya surgido algo más estrecho como es la Amistad. Es de las personas que me ha costado dejar en la distancia.
Cuando se confirmó la noticia de nuestro desplazamiento familiar por trabajo, de Barcelona a Asturias me pidió que le tenía que hacer los retratos de sus dos hijos: Xavier y Carla. La pedí tiempo, pero viendo que ya llegaba la hora de marchar, quise antes de acabar mi curso en el taller y con la supervisión de José Luis pintar a los hijos de mi amiga.
Lo mejor: cuando llevaron a los niños al taller, el último día de clase, y se vieron reflejados en los soportes, primero se reconocieron (menos mal!!) y segundo les gustó (ya se sabe la sinceridad de los niños y los locos .. o tal vez eran los ... bueno da igual). A los padres, Juan Carlos y Nuria, les pareció que estaban bien pintados, que había captado los gestos de los niños y yo me sentí feliz.
Además, desde estas líneas quiero agradecerles lo mucho que han hecho ambos, Nuria y Juan Carlos, por mí y los míos. Vosotros sabéis qué ha ocurrido durante estos últimos 3 años y medio que hace que os conozco. No hay palabras para reconocer vuestro trabajo, dedicación y cariño.